miércoles, 11 de enero de 2012

Día 1: El momento en el que desperté

Abro los ojos. Me levanto de la cama y lo primero que hago es mirarme en el espejo.
Veo lo que he sido siempre, pero diferente.
La vida me ha hecho cambiar. Pero a la vez, sigo siendo yo.
Un chico lleno de energía y fuerza para conquistar todo lo que se proponga
...o al menos al principio del día.
Quizás lo mas difícil sea eso: El principio del día.
Me desperezo, me siento roto. No he descansado, me falta tiempo para todo.
Me propongo hoy conseguir llegar a algunas de esas metas que tanto me propongo
Pero durante el día pierdo fuerzas... y me siento mas lejos de ellas.
Lo veo todo tan complicado y me encuentro a tanta distancia que...
Llueve en mis ojos de saber que tengo que sacrificar cosas.
Hoy me siento vacío. No encuentro inspiración.
Pero no es la primera vez que esta sensación invade mi cuerpo.
Siento que el tiempo pasa, que el tiempo no perdona.
Y yo... yo, sigo aquí ¿Haciendo realmente algo? ¿Puede asegurarme alguien que soy realmente quien yo creo que soy?