viernes, 15 de junio de 2012

Piensa bien la respuesta

Pide sinceridad, y es lo que te daré
Pídeme mi opinión y no te diré algo que que no piense.
No sé que pretendes
Te digo que es lo que se me pasa por la cabeza, y te sienta mal
¿No eras tú quién pedía sinceridad?
Si pides sinceridad, tienes que estar dispuesto/a a escuchar cosas que no te vayan a gustar
¿Por qué te enfadas? ¿No es lo qué querías?
Yo, sinceramente, prefiero no pedir opinión cuando no quiero escuchar la realidad
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Aunque el cerrar los ojos me provoquen caídas y chocazos.
Y ahora, te vuelvo a preguntar:
¿Quieres sinceridad? ¿Quieres mi opinión?

No hay comentarios:

Publicar un comentario